Estamos hartos de estudiar anatomía, los electrocardiogramas y la fisiopatología de las enfermedades más comunes, pero… ¿Con saber a la perfección todos los manuales médicos estaríamos capacitados para ejercer como enfermeras?
Creo que hay algo tan importante como puede ser la farmacología y es la adquisición de habilidades y actitudes fundamentales a la hora de iniciar una relación de ayuda. Peplau define enfermería como aquella profesión basada en la relación entre profesional y el paciente.
Una de las características de la enfermería es el concepto del cuidado a través del cual damos significado a la profesión. Entre las necesidades de los cuidados encontramos la más importante de ellas que es la necesidad de establecer una correcta relación terapéutica.
Por tanto para conseguir el entendimiento global del ser particular que tenemos delante, es importante ayudar a la persona desde una concepción holística, esto requiere el establecimiento de una relación terapéutica enfermera-paciente, en la que, sin duda, el enriquecimiento va a ser mutuo.
El buen profesional de enfermería tendrá que proponerse un conocimiento profundo de la persona con la
que va a establecer la relación, habiendo adquirido previamente las habilidades y conocimientos necesarios para desarrollar una eficaz relación de ayuda
Es importante tener en cuenta que escuchar no es una acción pasiva, sino que es un arte o habilidad que sólo se puede alcanzar con la práctica. Hemos de incorporarla para poder desarrollar una relación terapéutica efectiva. La comunicación terapéutica que se utiliza no es igual que la comunicación social, ya que en la terapéutica tenemos la responsabilidad de la calidad de la comunicación con el paciente, pensando y escuchando con una metodología específica desde el rol de enfermería.
En la comunicación terapéutica el paciente es el protagonista, el que habla, y el profesional el que escucha y lo acompaña en su proceso de elaboración.
Por lo tanto es muy importante que el paciente se sienta escuchado, sea escuchado y se escuche a sí mismo con la ayuda del profesional.
En esta rotación de UCI he podido observar que muchas veces el profesional de enfermería no dispone de tiempo para desarrollar esta actividad, pero he comprobado que el incluso a pesar de la falta de tiempo, se le dedica aunque sólo sean tres minutos al paciente escuchándolo con tranquilidad, interés, atención y respeto, dirigiéndose a él de manera empática.
Bibliografía:
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